Punto de partida
Cuando te vas de viaje o sales de casa por un tiempo prolongado y no puedes llevar a tu perro contigo, ¿qué es lo que más te gustaría? ¿cómo estarías realmente tranquilo a la hora de dejar a tu mascota? Me atrevería a decir que la respuesta es que no le falte de nada y que sea feliz mientras tú no estés.
Esta fue la hipótesis que me planteaba hace años, cuando tenía que dejar a mi perro y ninguno de los servicios prestados me convencía, ya que las opciones eran escasas y entre ellas, iba a estar encerrado en una jaula o en un recinto de pocos metros cuadrados.
Analizando esta necesidad y buscando posibles soluciones que hiciesen que los perros estuvieses felices y los dueños tranquilos, di con las dos premisas que asentaron las bases de este centro: libertad y compañía.
Instalaciones
A la hora de diseñar las instalaciones, teníamos claro que el centro debía ser un espacio amplio con grandes zonas de suelta para que los perros corrieran. Además, contábamos con la idea de que no iba a poder ser un servicio para cualquier perro. Si queríamos ofrecer un servicio de calidad, teníamos que asumir que no podría ser para todo el mundo. Necesitamos perros que disfruten estando con otros perros, sin ponerlos en peligro o sin que suponga una situación de estrés para ellos. A raíz de esto se planteaba la siguiente pregunta: los perros no pueden estar fuera siempre, ¿y las condiciones climatológicas?, ¿y el descanso del perro? Era imprescindible crear un espacio para resguardarlos. Un sitio en el que pudieran estar tranquilos y cómodos, en dos palabras: confort y seguridad.
Para poder garantizar estas condiciones, necesitábamos contar con una nave grande y cerrada, con habitaciones individuales, aislante para mantener la temperatura equilibrada, cámaras de seguridad y alarma. Surgía entonces otro problema, ¿cómo haremos que permanezcan tranquilos y que reduzcan al mínimos las ganas de hacer pis? La limpieza es otro de los pilares fundamentales en el centro, por lo tanto, organizamos horarios de salida y limpieza. Los horarios permiten que la mayoría de perros aguanten sin hacer sus necesidades en la habitación y además ayudan a combatir el estrés gracias a la rutina.
Este sistema de trabajo nos permite convertir nuestro centro canino en una zona de confort para tu perro. La ventilación, protocolo de limpieza, trabajo en equipo y turnos rotatorios, hacen que a diferencia de las clásicas residencias, los perros puedan recibir su medicación si la necesitan, salir todos los días sumando un total de seis horas repartidas mañana y tarde, dormir cobijados, controlar su comida y beber agua mineral.
Para terminar de perfeccionar el servicio, era imprescindible mantener a los tutores informados sobre la estancia de los perros en el centro y garantizar que estos estaban teniendo tiempo de calidad allí, por lo que nos comprometemos a enviar vídeos diarios del perro en su día a día.
Este sistema de trabajo, nuestras instalaciones y la dedicación de nuestro equipo humano nos permiten cumplir con las premisas que más nos diferencian de nuestra competencia: libertad, compañía, socialización, confort, seguridad, horarios e higiene, contacto directo con los dueños y por tanto, calidad en el servicio.